A propósito de la severa crisis en el sistema eléctrico nacional, de la cual una importante causa se atribuye al fenómeno del llamado cambio climático, auspiciado fundamentalmente por las actividades depredadoras del medio ambiente vegetal adelantadas por los seres humanos, nos encontramos actualmente en una verdadera encrucijada de poder continuar o nó con el funcionamiento, por ejemplo, de las empresas básicas sitas en la Guayana venezolana; y, cuando nos referimos a la intervención del hombre en su entorno, estamos hablando de las operaciones de explotación minera extractiva del metal oro (Au), que se encuentra en diversos espacios de esta parte del País.
Durante los cuarenta años de vigencia de la democracia representativa, entre 1958 y 1998, los territorios al sur del Río Orinoco fueron intensamente intervenidos por un tipo de minería artesanal la cual
utiliza el método de la tala de bosques y remoción de la capa vegetal para encontrar el material aurífero que será procesado. Siempre durante todos esos años, también se hablaba del peligro que esos procedimientos acarreaban al equilibrio ecológico de los suelos guayaneses y nunca se actuó en consecuencia. Es más, el principal aliado de los mineros en su acción destructiva, se encontro en las Fuerzas Armadas de Cooperación -FAC- o Guardia Nacional, su nombre común. Por más que se estableciera el flamante Comando Regional Nº 8, allí se ubicó el mecanismo perfecto para la protección de todos los métodos ilegales que se hubieren de usar en la minería de minerales metálicos. Se dice que en esa época, en la sede la Comandancia de la Fuerza, se realizaban verdaderas batallas de simulación para lograr que un general se posesionara del apetecible CORE-8. Donde no había ningún tipo de simulación era en el tinglado delictual que se tejía para satisfacer las apetencias de lingotes, de los muy corruptos generalotes que se arrellanaban en una lujosa casa suministrada por Ferrominera, para sus andanzas. El mecanismo era muy simple, desde los muy modestos Distinguidos, pasando por los Cabos y los célebres Sargentos y también los oficiales de media y baja graduación, todo estaba al servicio de permitir el paso desde Puerto Ordáz o Caracas de los equipos hidroneumáticos, hasta las bullas y luego la permisología respectiva para que el oro desapareciera por los caminos verdes de los mercados de Brasil o Curazao, para terminar en Holanda; a cambio de una "cuota" en lingotes que era asignada a toda la cadena de mando. De esa manera se sabía que al General del CORE 8, le correspondían, en dinero contante y sonante, el equivalente a 8 lingotes semanales (8 kg), sólo del área de explotación de La Paragua. Así se batió la suruca, repetimos, durante cuarenta años del puntofijismo y por ahí pululan muchos de esos generales vulgarmente enriquecidos por por el trastoque de la consigna de la Guardia, de que el Honor es su Divisa, por la maldita matraca y el cuanto hay pa' eso.
Con la llegada del Gobierno Bolivariano, las esperanzas de un cese de toda esta dantesca situación de destrucción del medio ambiente guayanés, se multiplicaron y se esperaba que con la participación de la CVG, se adelantara una vigorosa campaña de recuperación de los espacios deteriorados, sobre todo en la Cuenca Hidrológica del Caroní, por su elevada importancia para el desarrollo hidroeléctrico del paìs. Pero nada se cumplió, es más en el año 2.005 el Presidente Chávez hubo de intervenir el CORE 8 y el para entonces General Betancourt Infante, jefe del despacho fue a parar con sus huesos a la Cárcel de La Pica en Monagas y las responsabilidades de protección fueron transferidas al Ejército, mediante la creación de un Teatro de Operaciones (TO), ¿Cual es la realidad hoy día?
Veamos mediante una declaración de prensa el día martes 23 de febrero del 2010, lo que ocurre con la minería artesanal en Guayana :(Diario Nueva Prensa de Guayana-Cuerpo-C(C2): "En una operación conjunta denominada Makuy-Kupaii, lo que en lenguaje Pemón significa cangrejo del embalse, las fuerzas Armadas lograron dar un fuerte golpe a la minería ilegal en toda la ribera este del Lago Guri. Así lo informó para el equipo reporteril del Diario, el general de División (Ej.) Gustavo González López, quien explicó de manera detallada el éxito de la Operación. El militar señaló que la misión de la operación fue minimizar los daños ecológicos causados por la minería ilegal al embalse del Complejo Simón Bolívar, neutralizando equipos e inutilizando campamentos de minería..."
Después de cinco años de haber recibido el ejército la tarea de proteger el embalse de Guri, nos van a venir con el cuento que con una simple operacion con nombre indígena se le va a asestar un "duro golpe" a la minería ilegal, constituida por extranjeros venidos de Brasil y Colombia. No, camaradas, estamos en presencia del mismo cuento de los cuarenta años pasados, ahora le agregamos diez de este gobierno y las mismas vainas de siempre. Ahora los generales que recaudan lingotes son el Ejercito, viven en las mismas casas de Ferominera y luego se retiran a disfrutar del latrocinio ejercido, en caracas o en exterior. O la Revolución se enseria y la hacemos, o todos nos convertimos en cómplices de la corrupción y de la desaparición del país. Así de sencillo. HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
(multitemas@hotmail.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario