
La situación interna de Venezuela en los actuales momentos, nos está indicando que la contrarrevolución, poco a poco, va tomando posiciones en ciertos niveles del partido y del Gobierno.
Se observa, que hay funcionarios en altas posiciones políticas y de gobierno, que se están apalancando financieramente, para cuando la “Revolución se caiga”, y otros burócrata, que tienen casi todo preparado para marcharse al exterior, a la menor sospecha de peligro.
Nosotros los que estamos militando en el proceso de cambios Venezolano podemos acabar con la Revolución, entre otras razones por la práctica dañina que tiene que ver con la corrupción. Porque este fenómeno, ha continuado apareciendo con fuerza, y no solo es el caso de los alimentos dañados tan cacareado por la derecha opositora, prestemos atención a lo ocurrido con la distribución de contrataciones de obras a nivel de ministerios, gobernaciones, y alcaldías, en otros casos hay fraudes, ilegalidades, favoritismos, lentitud burocrática, etc.
En realidad y hemos insistido en este tema en escritos anteriores, la corrupción es mucho más peligrosa que la campaña desestabilizadora o mediática, o la llamada mesa unitaria para las elecciones del 26S. Esta última aún se encuentra aislada: carece de programa alternativo, no tiene líderes reales, no tiene masa.
Pero la corrupción resulta ser la verdadera contrarrevolución, la que más daño puede hacer, porque resulta estar dentro del gobierno y del aparato estatal, que son los que realmente manejan los recursos del país.
Tratándose entonces de un área casi oculta pues esta enquistada en nuestras propias filas, creemos que es parte de la estrategia de la CIA en el trabajo de subversión contra la Revolución Bolivariana, que a mediano y largo plazo, si no se actúa a tiempo, les producirá muy buenos dividendos. Se trata de un área de la contrarrevolución, que no tiene nada que ver con la llamada oposición política, los grupúsculos de extrema derecha o la llamada “tercera vía”.
Estas actividades que tiene mucho que ver con las estructuras corruptas heredadas de la cuarta republica afectan seriamente la capacidad del país para seguir adelante y ser presa fácil de los ataques internos y externos pues la capacidad de cualquier nación para enfrentar la confrontación internacional, se mide, en primer lugar, por su fortaleza interna.
Si en Venezuela pudiera actuar rápidamente en descubrir a los corruptos y dar un castigo ejemplar, el daño podría ser menor, he allí uno de los grandes retos.
Ordonez47@hotmail.com
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