Por: Darío Botero Pérez

Dios, cualquiera que sea la advocación de él (el judío, el cristiano, el musulmán, o alguno de los de los paganos, ¡es que hay tantos como pueblos y culturas!), nos quiere y nos protege.
Pero nos deja ser, nos garantiza el libre albedrío, que los potentados nos roban.
La gran calamidad humana
La hecatombe universal ha sido planeada por los sionistas desde los sueños de Abraham.
Con tal convicción han convertido a muchos judíos decentes, sensatos y, por tanto, inocentes, en enemigos de los demás humanos, no sólo de sus víctimas milenarias, los palestinos, tan desplatados, despreciados y torturados por los sionistas, desde siempre.
Después de salir de la esclavitud en Egipto y deambular 40 años por el desierto comiendo maná y sin saber qué hacer, ni para dónde coger, Moisés se decidió a inducirlos a arrasar a los ancestros de los palestinos (los camitas), para cumplir el sueño de Abraham, que ahora nos tiene al borde de la extinción.
Están obcecados con su obsesión de considerarse el “pueblo elegido” al que Yahvé -por mero capricho suyo, sin que ellos lo mereciesen, pues reconocen que son bastante pecadores y los seducen el saqueo, el genocidio, el crimen de cualquier tenor, ya sea económico, social o político, y se caracterizan por traidores-, autorizó para arrasar con todo, incluyendo paladines de la libertad, como los de la flotilla, auténticos héroes de la humanidad y augures de un futuro digno.
Impunidad inadmisible y ofensiva
No deja de ser absurdo, cínico y ofensivo, que los enemigos milenarios de la humanidad pretendan eludir cualquier castigo por sus crímenes deplorables e insoportables, y que se nieguen a ser juzgados por tribunales independientes por un delito tan manifiesto e injustificable como el asesinato y las lesiones a los integrantes de la flotilla de la paz.
La humanidad no puede seguir tolerando la megalomanía criminal de unos locos convencidos de que Yahvé creó la Tierra en el centro del universo para que los judíos dispusieran de ella a su antojo, mientras el papel del resto de la creación, incluyendo a los demás humanos, es servirles y estar atentos a satisfacer sus caprichos y aplaudir sus crímenes y abusos contra todo y contra todos.
¡Loado sea Adonai! Todo lo puede, como Alá, ante el espanto de Jesús, a quien ya no hay cristianos que usen para asesinar impunemente, como lo hicieron los cruzados y los inquisidores, entre otros, como el mismo Hítler.
Por eso no pelecharán los designios del petrolero tarado, asesino infinito, aliado de Osama Bin Laden, el asqueroso George W. Bush.
Ambiciones de suicidas desalmados
Los sionistas están decididos a apurar el fin del mundo. Se desesperan por tumbar la mezquita del domo, en Jerusalén, para reconstruir su templo de Salomón, cumplir las profecías y acabar con el mundo, para ver quienes son los que lograron caber entre los 144.000 que serán salvados.
¡De esas sagradas estupideces depende el futuro de la humanidad y de mucha parte de la vida!
Consideran como méritos indiscutibles crímenes como los siguientes:
· Despojar a los palestinos de sus tierras y soñar con extender su “tierra prometida” desde la costa este del Mediterráneo hasta el Éufrates.
· Crear un Estado artificial en tierras ajenas, considerando que la invasión del guerrillero asesino y héroe de los criminales sionsitas, Ben Gurión, les concedía derechos que los demás tenemos que reconocer, gústenos o no.
· Aprovechando que USA es una colonia sionista y tiene poder de veto, extorsionar a la ONU para legalizar su existencia espuria.
· Cometer todos los atropellos que se les ocurran contra sus vecinos árabes y musulmanes, e insistir en el despojo y el exterminio de los palestinos, negándoles su derecho a disponer de un país propio en sus tierras ancestrales.
· Desarrollar un poderío militar enorme, que incluye bombas atómicas desarrolladas a las espaldas de la comunidad internacional.
· Insistir en romper la paz mundial para desatar la tercera guerra mundial que los salve de la ruina del sistema social, económico y político que le han impuesto a la humanidad a fin de causar su extinción.
· A pesar de que se burlan de todas las resoluciones de la ONU que los llaman al orden y a respetar la legalidad internacional, buscar que esa organización de bolsillo sancione a Irán por sus desarrollos propios en el campo de la energía atómica.
· Extender su mesianismo arrasador al resto de razas humanas, como lo demuestra ante el mundo entero su salvaje ataque a la flotilla de la libertad, asesinando e hiriendo a gente buena, sin consideraciones humanas que los identifiquen con la especie. Más bien, sus actos retratan a los sionistas como bestias sanguinarias ajenas a cualquier sentimiento de nobleza, y enemigos abiertos del resto de la creación.
Con sus actos despiadados y arrogantes han corroborado que no sólo a los palestinos y a los árabes, sino a toda la humanidad la consideran inferior.
Por eso, si deben responder por sus crímenes, ellos mismos exigen ser sus propios jueces, despreciando a todo el mundo, incluyendo a la ONU que creó arbitrariamente el Estado de Israel, pisoteando los derechos palestinos.
Pero no ven inconveniente ni contradicción en exigir que esa organización castigue ejemplarmente a los iraníes, por sus eventuales conquistas nucleares que amenazan la hegemonía de los predestinados a acabar con la humanidad por su caprichoso y malgeniado dios, el tal Yahvé, Adonai o Jehová, cuyo nombre también consideran sagrado y no se atreven ni a mencionarlo, en su superstición vergonzosa y letal.
Les parece natural, y propio de su inmerecida pero indiscutible grandeza, que la ONU y el Imperio sancionen a todo el que no reconozca la superioridad de los sionistas y dude de la legalidad de la existencia del Estado de Israel o de su mandato divino para extinguir a los palestinos porque creen tener derecho a vivir o a ocupar la tierra que siempre han ocupado pero que está destinada por dios para los sionistas, según las locuras de Moisés y otros patriarcas.
En particular, pasando por encima de los muertos que han causado en los integrantes de la flotilla de la libertad, exigen sancionar al régimen ilegítimo y teocrático de Irán, no por haberse apropiado del ejercicio del poder contra la voluntad de su pueblo, reprimiendo brutalmente sus protestas, como lo recuerda la inolvidable Neda, símbolo de tantos caídos en la lucha contra el régimen criminal instaurado en Irán; sino porque se niega a reconocer el Estado de Israel y continúa desarrollando la energía atómica con sus propios científicos, lo cual podría llegar a darle igualdad militar con los sionistas.
Como sabemos, se trata de los mismos que bombardearon sin misericordia, a la vista de todo el mundo, la franja de Gaza entre diciembre de 2008 y enero de 2009, empleando fósforo blanco para demostrar lo canallas y criminales que son , y el desprecio que sienten por el resto de la humanidad.
Por eso no tienen inconveniente en cambiar el cadáver de un soldado judío por mil prisioneros palestinos, ni dudan en apurar su misión depredadora, orientada a extinguir la vida y destruir el planeta para que se cumplan sus absurdas y peligrosas profecías.
Alternativas decentes
Y como su enemistad no es sólo contra los palestinos sino contra toda la humanidad, no tienen inconveniente en demostrarlo atacando las flotillas de la libertad, a la vista de todo el mundo, aunque se trata de gente pacífica, de la mejor calidad; auténticos modelos que todos debemos imitar para reivindicarnos como seres dignos y valientes, ajenos al crimen.
Al efecto, tampoco podemos aceptar que el criminal santón, verdugo y suplantador de su pueblo, Ahmedineyad, ensoberbecido por sus ansias de poder (propias de los potentados en todo el mundo, siempre), contamine la flotilla de la libertad con sus suicidas fanatizados, ofreciéndoles pretextos a los sionistas de Israel y de USA, su gran colonia americana, para desencadenar la guerra mundial que vienen preparando desde el primer gobierno del asesino estulto, aún impune, George W. Bush.
Esa fue la gran intención del anticristo de pacotilla, el petrolero usano amigo del petrolero árabe, también santón y también potentado petrolero, Osama Bin Laden, jefe e icono de los asesinos de Al Qaeda, cuando planearon y ejecutaron los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Ya Bush padre había entrenado al árabe en la CIA, para combatir a los soviéticos en la guerra de liberación desatada a causa de la invasión de éstos a Afganistán. Y el Bush hijo se prestó para entrenar a los pilotos y demás suicidas fundamentalistas islámicos que acabaron con el Word Trade Center y las emblemáticas Torres Gemelas.
Verdugos persistentes
La intención sionista es que todos nos convenzamos de que son los grandes enemigos de la humanidad, a la que han atormentado desde hace como cinco mil años, lo que los convierte en el primer y mayor obstáculo para construir un mundo digno, donde valga la pena vivir.
Su persistencia en subyugarnos es intolerable y constituye un desafío para la especie humana y las demás expresiones de vida, que tenemos que remover si anhelamos algún futuro.
Por eso, la Tierra sale a advertirnos. ¿Entenderemos? Cada quien lo decide, pues todos somos únicos, hasta los estúpidos colectivizados. Y no podemos dejar de serlo, a pesar de los anhelos de los potentados y la cobardía prevaleciente.
Desespero planetario
La madre Gaia nos ayuda a no extinguirnos impidiendo que los halcones desaten la tercera guerra mundial, en la cual tanto se esmeran lo enemigos milenarios de la especie, de la vida, del planeta… de todo lo que no sea su estupidez mortal, que no es más que pasión asesina de unos degenerados desde la cuna: los sionistas, modelo para todos los criminales que en el mundo han sido.
Afortunadamente, en esta época de turbulencia y riesgo cierto de extinción, Pacha Mama no nos ha abandonado. Se esmera en protegernos y advertirnos.
Para darnos el libro en blanco que le atribuyen a Nostradamus o a su hijo, y que nos invita a escribir una Nueva Era, permitió el terremoto en Haití.
Allí se puede escribir todo de nuevo, guiados por las lecciones de dignidad que ha aportado ese pueblo, orgullo de la humanidad, y ejemplo rescatable de la catastrófica Historia.
Para evitar la conformación del eje bélico de los vendepatrias latinoamericanos arrodillados al Imperio, le entregó a Sebastián Piñera la reconstrucción de Chile. Y una tarea semejante les ha impuesto un huracán a Guatemala y la apabullada Honduras.
Para demostrar que los potentados son cadáveres que reclaman sepultura, puso a la British Petroleum Company (la BP, emporio de wasp o protestantes blancos anglosajones, aunque no sería extraño hallar sionistas entre sus socios), a pedirla a gritos desde el Golfo de México. O los enterramos o la madre se desangra y el daño marca la derrota definitiva de la enfermedad humana.
¿Qué más exige “Su Majestad” para atreverte a ser?
¿No te basta ver a los sionistas asesinando a los mejores ejemplares de la especie; gente buena, como las mayorías engañadas, como vos o como yo, si resolviésemos ser dignos; si los imitásemos; si prefiriésemos servir en vez de ser viles?
¿Acaso seguiremos negando que el reto sea definitivo, creyéndoles a los “expertos” neoliberales, incapaces de entender la sociedad del futuro?
O ellos, los banqueros, los estafadores, los impostores, los criminales de siempre; o la vida. ¡He ahí el dilema!
Mucho dinero; mucha miseria. Mucha fuerza. Mucha brutalidad.
Esos incapaces que imperaron en la Historia, imponiéndoseles a los decentes, refrendan su incapacidad envenenando los océanos, ¿No te parece?
¿Quieres que sigamos de rodillas porque son superiores y todas se las saben o, al menos, todo lo pueden hacer, hasta lo prohibido y nefasto?
Me gustaría saberlo. Pero ya no hay tiempos para diletancias; la agonía no es propicia para el placer. Reclama acción inmediata y radical. Es cuestión de vida o muerte.
¿Ganará la BP? ¿No te importa? ¿Estás seguro de que no puedes hacer nada? ¡Aún respiras! ¡Estás vivo! ¿Naciste para esclavo?
Que nos salven los líderes. Para eso nacieron; son semidioses que entienden cosas difíciles, ajenas a los cerebros corrientes. Y Dios los ilumina; el fracaso en el Golfo lo demuestra. Están cumpliendo con los planes divinos. Eso es todo.
Conclusiones vitales
Todos tenemos derecho a beneficiarnos de los frutos de la civilización. No se trata de rechazar lo que la ciencia y la técnica ponen a disposición de todos sino de denunciar las criminales deformaciones y los frenos y barreras arbitrarios a un progreso auténtico y universal que hace rato estamos en condiciones de experimentar y disfrutar.
Es hora de establecer una sociedad venturosa fundada en un progreso limpio, respetuoso de la gente, de la vida, de la naturaleza…

Ya los potentados no dan más. Su único futuro merecido es haciéndole compañía a Bernie Madoff durante 150 años de condena, mientras la humanidad pone el progreso al servicio y beneficio comunes, y se dedica a reparar los aterradores daños causados al planeta durante el período conocido como Historia, en particular, durante los 200 años del imperio consumista, que ya agotó sus posibilidades y demostró su indeclinable caducidad.
El desastre en el Golfo de México debió ser resuelto en un par de días, como máximo. Pero los wasp y otros potentados propietarios del emporio petrolero, no están resueltos a perder un pozo tan promisorio y que tanto les costó encontrar y explotar.
Para eso tienen dinero suficiente. Además, cualquier recuperación de “su” petróleo se comercializará, de modo que dará para sufragar los gastos, limitados legalmente a míseros 70 millones de dólares, que cause su estropicio fenomenal.
¡La plata lo es todo! Qué mueran los pájaros, los peces, las tortugas, las ballenas y los delfines, cualquier expresión de vida, desde que el aterrador sistema consumista conserve sus fueros.
Para eso tienen bastante plata, capaz de comprar las conciencias de todas las autoridades y de financiar todas las campañas de alienación y manipulación de mentes que exija la recuperación de su imagen de distinguidos caballeros de la industria con que cubren su miseria moral.
Los sionistas, de ninguna manera van a admitir que una criatura que nació para servirles los vaya a juzgar. Mucho menos, que esos inferiores seres del populacho se les opongan a su sagrada decisión de despojar a los palestinos y a los musulmanes y a los árabes, y a todo el que quieran, de sus tierras, sus bienes y sus vidas.
Saben que su destino es divino, y están dispuestos a cumplirlo contra el mundo entero, de ser necesario. Para eso disponen de USA y sus “”patriotas”, muchos de ellos inmigrantes miserables dispuestos a dar sus vidas para tener el privilegio de ser aceptados en la tierra de las oportunidades.
Falta ver si el mundo entero está dispuesto a seguir arrodillándoseles ahora que se les cayó la máscara y todos sabemos que son unos criminales cínicos y despiadados, convencidos de que son superiores, a pesar de ser tan viles.
Cada uno resuelve si los aplaude y se circuncida o prefiere vivir dignamente, aunque eso exija luchar como personas en vez de arrastrarnos como gusanos.
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