El afán hegemónico, a través de la acumulación de riquezas extraídas del subsuelo mediante la explotación desmedida y no sustentable, ha causado su efecto. Ya basta de disimular que no nos hemos dado cuenta de que el modelo capitalista nos esta llevando a destruir nuestro planeta. Cabe la pregunta, ¿a cuál desarrollo se refieren?, pues hasta ahora esos países, que se hacen llamar “desarrollados”, son en realidad los mas explotadores de las reservas naturales y los mas contaminantes de la Pacha Mama. No conforme con eso, han trasladado su legado de destrucción al resto de los países. Insisto, ¿De qué desarrollo nos hablan?, si nos han sustraído todas las riquezas y todas las materias primas que han querido, y todo bajo la mirada complaciente de algunos gobernantes entreguistas y apátridas. No es necesario ser un experto en economía para saber que si estos países tuvieran que devolver todo lo que robaron a los países del llamado tercer mundo durante los diferentes procesos de colonización y globalización, se invertiría la pirámide y pasarían de ser los países mas ricos, a ser los países mas pobres del mundo.
Más allá de las riquezas económicas de una nación, está la riqueza de su gente como factor capaz de obtener de la naturaleza los recursos necesarios para su supervivencia, gente que debe sembrar conciencia en lo social, político, económico sin olvidar la relación directa de estos aspectos con la naturaleza, ya que es en ella, en nuestra Pacha Mama, donde vivimos y por ende donde desarrollamos todas las actividades cotidianas con los efectos ligados a ella.
Nuestra Patria atraviesa hoy por una crisis que los venezolanos nunca pensamos que podía ocurrir, y es que el elemento natural con el cual se genera el setenta por ciento de la electricidad que se consume en todo el territorio nacional está escaseando a pesar de contar con grandes ríos y estos con muchos afluentes. El agua, recurso renovable, pero... ¿hasta cuando lo será?. Ésta es una de las consecuencias del desarrollo desmedido no sustentable, lo que a su vez es el padre de “El Niño”, fenómeno climático de efecto mundial. Este efecto también lo podemos ver en la lamentable tragedia ocurrida hace pocos días en la República de Haití, donde además los efectos del cambio climático han sido implacables abatiendo a este hermano pueblo con terremotos de mas de 8º en la escala Richter, huracanes e inundaciones. Ahora, nuevamente, es castigado con un terremoto de 7,3º y una secuela de réplicas, dejando cantidades monstruosas de muertos, heridos y damnificados. A pesar de este dramático panorama, aquí hay quienes arrugan la cara por tener que apagar un bombillo cuando no lo utilizan.
La conciencia y el compromiso de todos como venezolanos, nos hará salir vencedores de esta crisis. Hagamos uso racional de la energía eléctrica y del agua. Construyamos una patria nueva, llena de hombres nuevos y libres, una Patria Socialista.
Crisis del medio
*Círculo de Estudio Américo Silva
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